El efecto de esa inhibición se canaliza hacia adentro. A largo plazo esa emoción termina expresándose a través de otras formas corporales o psíquicas como el insomnio, dolores musculares, dolores de cabeza, enfermedades psicosomáticas o en forma de duelo retardado. 

Al principio cuesta trabajo, no quieres ver a nadie, ni hacer nada, solo quieres hablar de la que fue tu pareja, pensar en los proyectos en común que no podrán llevarse a cabo, cada vez que suena el teléfono o que ves el WhatsApp, esperas de que sea él o ella, etc. El tiempo no es el que sana las heridas, somos nosotros, y como empleamos ese tiempo lo que hace esto posible.

Levántate y planea tus días, date la oportunidad de decidir qué es lo que quieres hacer, y no solo pienses que estarías haciendo si siguieses juntos. Permítete decidir qué cosas agradables deseas hacer por ti mismo.

Cuando los niveles de serotonina son adecuados, nuestro cerebro es capaz de producir emociones y pensamientos positivos. Realizar actividades,  físicas o psíquicas,  lo ideal sería que combinarás ambas. Actividades como: pasear, estar en contacto con la naturaleza, ir al gimnasio, hacer yoga, rezar, practicar natación, bailar, andar en bicicleta, salir con los amigos, conocer gente nueva, etc.

Libérate de todo lo que te recuerda a tu expareja,  dona sus cosas y lo que te recuerden a él o a ella. Haz cambios en el entorno, añade algún cuadro, cambia el color o la distribución de la habitación etc. Esto te proporcionará la visión de un cambio positivo que hará que tu estado de ánimo mejore.

No te desesperes si ves que han pasado unos meses y sigues pensando en tu expareja, se conscientes que esa persona compartió una etapa de tu vida contigo  y que es un hecho que no podrás borrar, que cambiaste, evolucionaste  y/o aprendiste de ella y junto a ella.

No te desesperes si ves que han pasado unos meses y sigues pensando en tu expareja, se conscientes que esa persona compartió una etapa de tu vida contigo  y que es un hecho que no podrás borrar, que cambiaste, evolucionaste  y/o aprendiste de ella y junto a ella.

Reconoce tus recursos internos y actívalos. Piensa en todo lo que has alcanzado hasta ahora y anímate a salir adelante por ti mismo(a) nuevamente. Mírate con nuevos ojos y reconoce que eres un ser maravilloso(a).