Analiza tus faltas y corrige de manera responsable y se humilde reconociendo tus faltas, así evitas repetirlo en tu próximo empleo. En toda relación aun en lo laboral hay una responsabilidad del 50% y 50%.

Cuanto más rápido puedas aceptar lo que sucedió, más rápido podrás enfrentarlo. Si bien es normal que al comienzo, surjan sentimientos encontrados, luego de un tiempo prudencial, estos deberían ceder para dar paso a la pro-actividad.

Piensa en cuáles son las cosas que te gustarían hacer y que podes hacer para conseguirlas. Revisa tu currículum vitae, en caso de que busques un nuevo trabajo o infórmate acerca de cómo crear tu propio negocio. En este último caso, trata de contactar con personas que hayan emprendido para que te puedan orientar.

Permite que otros te ayuden. Encuentra y pídele a un amigo o compañero de trabajo que sirva como tu tutor o mentor en la búsqueda de empleo. Interactúa con esa persona al menos dos veces a la semana.

Traza un plan de búsqueda con tu CONSEJERO y luego cúmplelo.

Pepara una declaración de tipo “Yo soy, puedo, se hacer etc. en 30 segundos” y compártela con todas las personas que conozcas.

No te quedes sentado en tu casa a esperar que el teléfono suene y anuncie la oferta de trabajo perfecta. Actúa para que se haga realidad.

Levántate a orar o meditar y luego activa tu fe y confianza. Crea tu “agenda del día ” y cúmplela.

No te quedes sentado en pijama buscando trabajo en internet hasta el mediodía. Según los expertos, sólo el 7% de todos los empleos se encuentran a través de internet. Levántate, vístete para posibles entrevistas, has todas las llamadas antes de las 9 de la mañana y salga de casa antes de las 9:30.

Haz ejercicio al menos 20 minutos al día, y 5 días a la semana. El hacer ejercicio es un antidepresivo natural que libera endorfinas en tu organismo y te ayuda a mantener la actitud positiva y el alto nivel de energía que necesitas para tener éxito en las entrevistas. Aliméntate saludablemente.

Dedica al menos 30 a 40 horas a la semana a buscar empleo. Si no dedicas el tiempo necesario, estarás sin trabajo por bastante tiempo. Fija un mínimo de cinco entrevistas o visitas a compañías por semana.

Nadie quiere emplear personas malhumoradas. Continúa socializando. Sal de casa y reúnete con clientes, personas de tu red de contactos u otras personas al menos dos veces a la semana. Juega con tus hijos y tu mascota diariamente.

Considera aceptar un empleo de medio tiempo o trabajar como consultor de empresas dedicadas a tu especialidad. Los que ya tienen empleo tienen más cualidades para conseguir trabajo. Así generarás ingresos inmediatos y te ayudará a aliviar parte de la presión mientras encuentres el empleo idóneo.

Es importante que en esta etapa de la vida, comiences a realizar actividades que te generen placer, como por ejemplo realizar deportes, participar en algún curso, entre otros. De esta manera, también estamos cuidando nuestra salud mental y estamos renovándonos. Es importante que te cuides para poder seguir adelante.

Evita el aislamiento, habla con amigos y familiares acerca de lo que te sucede. Ellos te apoyarán en lo que necesites y además te darán otra perspectiva de la situación. Permite que tus seres queridos te acompañen en este proceso y trata de mantener un pensamiento positivo acerca del futuro.